Soñando en Oaxaca

El estado de Oaxaca está lleno de historia y lugares hermosos. Las playas por ejemplo, se dice que son hermosas como ninguna otra, lamentablemente no tuve tiempo para visitarlas en este viaje. Lo que si conocí fueron varios destinos turísticos al rededor de la ciudad de Oaxaca. Si se encuentran viajando por ahí les recomiendo hacer este pequeño circuito de un día, para que aprovechen al máximo lo que Oaxaca tiene que ofrecer.

Parada #1: Santa María del Tule

En el pueblo de Santa María del Tule se encuentra el famoso Arbol del Tule. Es conocido por ser uno de los árboles más viejos del mundo. Se cree que tiene más de 2,000 años y tiene un diámetro de 14.05 metros. Para rodearlo se necesitarían alrededor de 30 personas con los brazos extendidos. Los datos son impresionantes pero ver esto en persona es sublime. Pensar que tan solo un simple árbol ha visto desde Españoles, Mixtecos, Zapotecos y más me pone la piel chinita.

Parada #2: Mitla, lugar de muertos

Esta parada puede ser más tardada que la primera debido a que es una zona arqueológica bastante grande con varios edificios. Mitla se convirtió en el centro de poder político para los Zapotecos del valle cuando Monte Albán fué desocupado. 

Como muchos conjuntos precolombinos, Mitla fue parcialmente destruido por los Españoles así construyendo un templo católico sobre los cimientos prehispánicos. Por suerte muchos de los edificios Zapotecos sobrevivieron y tenemos la oportunidad de vivir lo que sus paredes llenas de historia encierran. Arquitectónicamente lo que más me llamó la atención fueron las grecas escalonadas. Se encuentran fuera y dentro de los edificios, para nosotros es visto como un elemento decorativo pero en realidad para los Zapotecos eran una "enseñanza simbólica".  También hay dos tumbas a las que se puede entrar, nunca me había tocado poder ver una por dentro. Fue fascinante y a la vez inquietante estar en aquél lugar en el que por tantos años fue repleto de cadáveres que alguna vez tuvieron la aspiración de pasar a otra vida. 

Parada #3: Hierve el Agua

Finalmente la parada más esperada (por lo menos así fue para mi) Hierve el Agua. Después de una larga carretera que atraviesa los valles centrales de Oaxaca se llega a lo que es un conjunto de cascadas petrificadas. El nombre de Hierve el Agua se debe a la similitud de los brotes de agua y a la del agua hirviendo. El agua de manantial se aprovechó para crear un balneario natural de donde se pueden admirar las cascadas y una vista panorámica.

Las petrificación de las cascadas se debe al escurrimiento de agua con un alto nivel de carbonato de calcio. Las cascadas se fueron formado desde hace miles de años. 

Es un lugar de ensueño. La vista es increíble y el lugar en sí genera una paz interior desde el primer momento en que lo tocas.

Un lugar para pensar, crear, soñar y contemplar. El lugar perfecto para acabar con un día de aprendizaje. Después de esta última parada les recomiendo volver a la ciudad y comer unas enchiladas de mole. A mi parecer no hay excusa alguna como para no consumir mole por lo menos una vez al día durante tu visita en Oaxaca. 

Espero lo disfruten!

-Greta

 

 

 

 

La Sylphide

Demasiado perfecto para este mundo.

La Sylphide, el ballet creado por el tenor Adolphe Nourrit se lleva acabo en una aldea en Escocia.  James está comprometido a Effie, una linda joven local .El día de la boda James es seducido por una sílfide; un espíritu etéreo que solo el puede ver. James es víctima de el encanto de la sílfide y la sigue al bosque dejando atrás su boda. La sílfide le enseña a James su mundo en el bosque, el proclama su amor por ella. La sílfide evita el contacto con el escocés ya que ella es un espíritu y si es tocada muere. Ante la desesperación de James, Madge (una bruja con malas intenciones) le da un velo encantado y le aconseja que lo use para capturar a la sílfide.  Finalmente captura a la sílfide y cuando lo hace, sus alas caen y ella muere.

Adolphe Nourrit llevó este ballet al "ballet master" de la Opera de Paris , Filippo Taglioni. En 1832  se estrenó La Sylphide con coreografía de Filippo Taglioni quien eligió a su hija Marie Taglioni para representar el rol principal.  Marie ganó gran parte de su prestigio con este papel. En 1836 August Bournoville hizo su propia versión del ballet, la cual es la más popular hoy en día.

Taglioni es reconocida por su trabajo de puntas, el cual introdujo al escenario cambiando el rumbo de este arte escénico. Antes que ella muchos bailarines ya se habían parado en las puntas de los pies pero más que nada como un truco. Marie incorporó este "trabajo en puntas" en su danza pero en de una forma sutil, elegante y elevada. El trabajo de puntas que se hacía en aquellas épocas equivale a lo que hoy en día sería un relevé muy alto, casi en la punta pero no completamente. Tampoco tenían las zapatillas de puntas que ahora conocemos, usaban zapatillas de satín suaves.

La Sylphide es conocido como un ballet revolucionario ya que llevó el Romanticismo a los escenarios. Es un claro ejemplo de las ideologías y emociones de el periodo Romántico, el amor inalcanzable, el anhelo de un mundo superior y la comunión entre la naturaleza y el hombre. 

Esta es mi foto favorita de todas y le he dado diferentes significados. Podría ser la muerte de la sílfide, tal vez cómo dejó el vestido que la hacía visible al mundo humano o simplemente lo que queda de ella. Durante toda la temporada la idea de que las sílfides no pueden morir por que son espíritus me ha estado molestando. Finalmente encontré un punto de vista diferente que me dió un poco de paz. Un Abad francés llamado Montfaucon de Villars decía que "las sílfides estaban hechas de átomos puros de aire y a la vez eran mortales; los elementos de los que estaban compuestas podían ser descompuestos".

Preparando el escenario para el primer acto.

Hoy tenemos la última función de La Sylphide de la temporada. Es un hermoso ballet en el salón de ensayos pero ya que es puesto en escena en el glorioso Palacio de Bellas Artes, todo cambia. Las luces, la escenografía y los vestuarios sacan lo mejor de cada bailarín, transportando al público a un mundo diferente.

La bailarina Sonia Jimenez en una sesión de fotos antes de la función con el fotógrafo Carlos Quezada.

 De acuerdo con Montfaucon de Villars las sílfides son menos que ángeles pero más que el hombre, enemigos del Demonio y servidores de Dios. 

Sílfides mirando al mundo terrenal.

Espero les guste y puedan ir a vernos en este hermoso ballet. Sus comentarios siempre son bienvenidos.

-Greta

Fotografías por Greta Elizondo.